¡Seamos llenos del Espíritu Santo! Pt.1
Dios, en su amor y misericordia, nos dio el Espíritu Santo para ayudarnos. Jesús mismo fue lleno del Espíritu Santo antes de comenzar su ministerio, ya que como humano necesitaba su llenura para vivir en intimidad con el Padre aquí en la tierra y para poder llevar a cabo su propósito divino.
¿Cuál fue el consejo de Jesús antes de ser crucificado? Él enfatizó a sus discípulos que no salieran de Jerusalén hasta que fueran revestidos del poder de lo alto, porque lo necesitarían para ser testigos, Hech.1:8.
“He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. Luc. 24:49
Dios desea que seamos llenos del Espíritu Santo, que tengamos intimidad con Él como persona de la deidad, quien desea enseñarnos y guiarnos por Él.
El Espíritu Santo es tu Ayudador y necesitas estar en contínua llenura para vivir una vida apasionada por el Señor y ser empoderado sobrenaturalmente.
Me ha llamado la atención ver en muchas conferencias que como una tercera o cuarta parte de la gente no habla en lenguas. Normalmente se viene a eventos a tener encuentros con Dios, a ser llenos del Espíritu y desafiados a subir a otro nivel en el propósito divino. Uno esperaría que la mayoría ya ha recibido la llenura del Espíritu Santo, y que vienen por más. Pero de alguna manera, vemos que muchos cristianos vienen y no son llenos; y que en muchas iglesias no se mueven en el Espíritu como Jesús quisiera, sino que se conforman con experimentar al Espíritu Santo únicamente como Quien nos da testimonio de ser hijos de Dios, Rom. 8:16.
Pero, ¡Dios desea mucho más para nosotros! Él nos ha dado el Espíritu Santo para que le conozcamos mejor, para que nos ayude en todo tipo de situación, nos enseñe todas las cosas, nos de revelación y revista de poder.
Vemos en Hechos 4 que los discípulos que ya habían recibido el Bautismo en el Espíritu Santo en el día de Pentecostés, oraron, ¡y fueron nuevamente llenos del Espíritu Santo! Porque todos necesitamos seguir siendo llenos de Él.
“Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”. Hech. 4:31
¡Busca la llenura del Espíritu Santo y vive apasionado por tu Señor!
Nota: La próxima semana seguiremos con la 2da, parte de este tema, y te invitamos a ver gratuitamente la mini serie “El Espíritu Santo, tu Ayudador”. Pulsa aquí para verla.
Con cariño,
Candy de Maa