¿Cómo hacemos las cosas?
Acabamos de volver de Europa y algo que nos volvió a llamar la atención, además de la belleza y su historia, fueron sus edificios antiguos. Uno puede ver que los constructores fueron intencionados cuando los edificaron con el fin de que permanecieran por muchos años.
El otro día escuché a un anciano responder cuando le preguntaron, ¿por qué cree que su matrimonio sobrevivió tantos años? Él contestó: “¡En mi tiempo, las cosas cuando se estropeaban se arreglaban!” ¡Wow! ¿Qué te dice esto?
Para que las cosas tengan trascendencia tienen que ser intencionadas y realizadas con diligencia, enfocados en la visión y haciéndola prioridad en nuestras vidas. Si no, terminamos apagando fuegos, sin avanzar en lo que verdaderamente deseamos lograr.
Seamos determinados en diseñar y edificar diligentemente nuestra visión para ser eficaces y ver resultados perecederos. ¡El hacer bien las cosas da fruto a largo plazo!
¡Edifiquemos diligentemente para ver los resultados esperados!
Atentamente,
Candy de Maa