Serás transformado para estar cualificado
Nuevos horizontes.
Por medio de la promesa, Dios te desafía para que mires hacia nuevos horizontes. La promesa te despierta y activa tu atención hacia la nueva visión. Por ejemplo, cuando queremos algo nuevo, de repente empezamos a fijarnos en ello. ¿No te ha pasado que cuando estás buscando comprar un coche nuevo, te ves señalando en la carretera los que son de la misma marca y diciendo: ¡Así me gusta, de ese color!
Al despertarse el deseo, también aumenta el interés.
¡La revelación es poderosa! Por medio de la promesa, Dios te da la visión que te invita a entrar en la nueva dimensión que Él tiene para ti. Tú tendrás que tomar la determinación de sobrepasar las limitaciones en las que te encuentres en ese momento, para entrar en tu futuro. Dios te dice: “No te quedes mirando al lugar donde estás ahora porque estoy formando destino para ti. Te traigo nuevas oportunidades; ¡prepárate!” Las decisiones que tomes hoy determinarán tu futuro.
La promesa es la invitación a una nueva dimensión.